Pese a las cada momento más numerosas voces del kirchnerismo que alientan una reforma de la Constitución Nacional, el senador Aníbal Fernández insistió en que el plan "no está en la agenda" y consideró que quienes lo impulsan "por ahí son los que están más lejos" del oficialismo.
"Nadie duda cuando yo hablo de que lo que digo es lo que piensa el Gobierno", insistió el ex patrón de Ministerio de la Nación. Aunque aclaró: "El kirchnerismo tiene una conducción, lo otro no es momento para definirlo".
En diálogo con Página/12, el senador del Frente para la Conquista reconoció: "Extraño la función ejecutiva, claro. Acá vivo inventando cosas. No estoy para caminar declarando de interés nacional la sopa".
Al ser consultado acerca de si quiere regresar al Poder Ejecutivo con algún cargo, reconoció: "No hay cura que no se acueste pensando en ser Papa". Sin bloqueo, luego especificó: "Es una discusión que ni siquiera ocurre en mi cabeza".
Aníbal Fernández aprovechó adicionalmente para repetir sus críticas contra la oficina de la provincia de Buenos Aires por tener "una situación tributaria regresiva". En ese sentido, consideró que "hay cosas que tienen que corregirse", como retirar "un montón de subvenciones a escuelas privadas" y aumentar los impuestos a los sectores de mayores ingresos.
Por posterior, el senador elogió la media aprobación que recibió el plan de ley para desposeer a la ex Ciccone Calcográfica: "Para un tipo que cree en el Estado como yo, fue trascendente. Acá hubo gobiernos que se chorearon la Casa de Moneda".
"Lo importante es imprimir billetes a un precio comprensible, lo demás me importa un carajo", concluyó, sin hacer mención a la situación del vicepresidente Amado Boudou, que es investigado por presunto lucro ilegal.