Los dueños de Taringa.com serán expuestos a juicio oral y público por violación a la Ley de Propiedad Intelectual luego de que el juez porteño Eduardo Daffis Niklisson decidiera dar por cerrada la etapa de investigación.
El Tribunal Oral Criminal número 26 será quien juzgue a los propietarios y administradores de Taringa, los hermanos Matías y Hernán Botbol y Alberto Nakayama, donde se determinará si permitieron, a través de esa web, que se descarguen de manera ilegal obras sin autorización.
Se trata del primer juicio oral en el que se debatirá la responsabilidad de páginas de Internet que permiten la descarga gratuita de música, películas y libros que están protegidos por los derechos de autor, y en el que los responsables podrían ser condenados a la pena de 6 años de prisión. Aún resta determinar la fecha en que el juicio se llevará a cabo.
En mayo pasado, la fiscal de instrucción Felisa Krasucki pidió al juez Eduardo Daffis Niklison, ennjuiciar a los tres acusados, luego los imputados pidieron la nulidad del mismo, pero el recurso fue rechazado por la Cámara.
El sitio en cuestión es
Taringa! - Inteligencia Colectiva y los titulares están procesados por la descarga ilegal de 29 obras jurídicas y 12 libros de computación, mientras que aún está en marcha otra causa por archivos de música. Los responsables están acusados de violar el artículo 72 de la ley de propiedad intelectual que reprime con un mes a seis años de prisión a quien "edite, venda o reproduzca por cualquier medio o instrumento, una obra inédita o publicada sin autorización de su autor o derecho habientes".
Cuando se confirmaron los procesamientos, la Cámara del Crimen sostuvo que los imputados a través de su sitio "permitían que se publiciten obras que finalmente eran reproducidas sin consentimiento de sus titulares".
En su descargo, los acusados sostuvieron que ellos ponen a disposición un sitio web y que los intercambios de archivos los realizan los usuarios.
Pero la Cámara concluyó que "si bien los autores del hecho finalmente serían aquéllos que subieron la obra al website y los que "la bajan, lo cierto es que el encuentro de ambos obedece a la utilización de la página, siendo sus responsables al menos partícipes necesarios de la maniobra y además claros conocedores de su ilicitud".