El gobierno de Rajoy lo aseguró así a raíz de la crisis diplomática con varios países europeos que impidieron el sobrevuelo del avión presidencial de Morales, pero descartó reconocer haber puesto en riesgo la vida del primer mandatario.
En su primera reacción a la crisis, el gobierno del presidente Mariano Rajoy había indicado que no iba a pedir disculpas por lo sucedido.
El conflicto, que se originó en información errónea sobre la presencia a bordo del ex técnico de la CIA Edward Snowden, reclamado por espionaje por Estados Unidos, fue calificado por expertos como una violación al derecho internacional.
"Parece que hay un malentendido, si lo hubo, si el presidente Evo Morales tuvo esa percepción, yo no tengo ningún inconveniente en pedir disculpas”, aseguró el canciller español, José Manuel García Margallo, en un desayuno informativo organizado por la agencia de noticias Europa Press.
No obstante, García Margallo insistió en que España nunca cerró el espacio aéreo al avión de Morales, autorizó la escala técnica y negó haber puesto en peligro la vida del mandatario boliviano.
En ese sentido, el canciller español dijo que no pedirá disculpas por “poner en riesgo la vida del presidente”, como denunciaron los países del Unasur a raíz de la crisis que involucra a Francia, Portugal, Italia y España.
En línea con lo argumentado en los últimos días, García Margallo insistió en que el canciller boliviano David Choquehuanca le pidió que intercediera ante el resto de europeos para desbloquear la situación y que, una vez que Bolivia confirmó por escrito y verbalmente que Snowden no iba a bordo del avión, la crisis se resolvió.
García Margallo también afirmó que el embajador de España en Viena, Alberto Carnero, quien fue acusado de querer revisar el avión de Morales, también está dispuesto a “aclarar el incidente”.
Preguntado sobre si el alerta por Snowden provenía de Estados Unidos, el canciller se limitó a responder que era “interárea”.
Los embajadores de España, Francia e Italia en Bolivia (el de Portugal es concurrente y tiene sede en Perú) acudieron ayer a la Cancillería boliviana a requerimiento de Choquehuanca, quien les reclamó explicaciones por el grave incidente internacional.
Las autoridades bolivianas pidieron a los representantes diplomáticos de estos países europeos que revelaran quién les informó equivocadamente que el “topo” de la CIA iba a bordo del avión presidencial.