Fragmento de la conferencia realizada en la Fundación Psicoanalítica Argentina (Uriburu 1345 1° Piso) el día jueves 04 de noviembre de 1999.
Louk Hulsman
Louk Hulsman es profesor emérito de Derecho Penal de la Universidad de Rótterdam en Holanda y es uno de los líderes de la teoría abolicionista.
L.H.: Gracias. Cuando a mí me invitaron a participar en esta charla sobre "Cárcel y Discriminación", inmediatamente pensé que había dos formas de verlo. En primer lugar, la misma institución penal genera discriminación a su interior, es en sí misma un fuerte ejemplo de discriminación; por otro lado, la discriminación en su interior tiene su correlato en la discriminación extramuros.
Creo que las instituciones del sistema penal tal como existen son en sí mismas básicamente discriminatorias porque lo que subyace por debajo del lenguaje de la ley penal es una imagen de totalidad, una imagen del cosmos que da ese mismo lenguaje.
La forma en la que se organiza el lenguaje en éstas instituciones, que la gente tiene desde un principio incorporada, se basa en la moral escolástica cristiana. Este lenguaje es una suerte de mezcla: por un lado de imágenes tal como están descriptas en la Biblia y por el otro lado es la negación de estas imágenes bíblicas. La Biblia no está planteada en términos de permisos y prohibiciones sino utilizando historias y parábolas en las que actúan diferentes personajes con distintos roles, con los que la gente puede identificarse o adoptar uno de esos roles; por lo tanto, son palabras abiertas a discusión. Pero este lenguaje basado en la Escolástica al que yo hago referencia es pre–moderno e intenta poner precisiones sobre lo bueno y lo malo en la vida teniendo cierto esquema preconcebido.
La mirada cosmológica se basa en el castigo a los pecados y el premio a las virtudes. La cuantificación de estos premios a estos castigos está dada por la manera en que se definen los pecados y las virtudes.
Luego, la lista de pecados fue elaborada por los abogados e incorporada a la ley penal y las virtudes se perdieron. Ahora, es increíble cuando uno se adentra en estas historias cómo están marcadas por el pensamiento escolástico y cómo los abogados llevan adelante estas practicas y repiten esto desconociendo su origen.
Ahora bien, el pecado y el delito tienen básicamente la misma construcción. Entonces lo que se hace es marcar a la gente, calificarla bajo formas preconcebidas a las que se las etiqueta con un nombre como "ladrón", "homicida", etc.
Estas calificaciones no sólo determinan el estado de estas personas, si van o no van a prisión, sino que también determinan el tiempo que van a estar en prisión y qué sucede con ellas una vez que salgan de la misma.
Yo no voy a hablar extensamente sobre esto porque todos conocemos la selectividad del sistema penal y sabemos cómo los distintos grupos están representados al interior de las prisiones. Si una sociedad hace diferenciación por el color de la piel, entonces sabemos que al interior de las prisiones vamos a tener sobrerrepresentado al grupo con ese color de piel que el resto rechaza.
Ahora, por ciertos estudios que se han hecho en Europa, sabemos que esta gente que se encuentra dentro de las prisiones muchas veces acepta las normas por las cuales ellos son clasificados y cooptados por el sistema penal para mostrar su propio grado de normalidad. En muchos casos, la gente que está dentro de la prisión dice "sí, el sistema es bueno, es bueno que manden a los criminales a prisión pero en el caso nuestro es un error porque nosotros no somos esos criminales". De esta manera, se muestra una vinculación entre ellos y el sistema de manera tal que éste es aceptado.
Ahora, para terminar, lo que quiero es decir que es importante que se reflexione sobre el mundo legal y cuando digo mundo legal hablo de la Universidad, los defensores, los fiscales, los jueces, que reflexionen qué profundamente opuesto a este sistema a lo que se llaman los derechos humanos. Es necesario que se planteen reemplazar esas formas legales por otra actividad que implique otra manera de aplicación de la ley como es la ley civil o la ley en estrecha relación con los derechos humanos. Gracias.
Participante: ¿Cómo se relaciona el discurso médico con el discurso penal cuando se toma como agravante para una condena la condición homosexual como una enfermedad?.
L.H.: En muchos países de Europa ya no existe relación entre lo que se considera delito y la preferencia sexual. El hecho de que esto siga sucediendo en algunos países indica que el Estado que se supone dejó de ser fundamentalista en el momento de la Revolución francesa donde pasó a ser un Estado secular, aún no ha dejado de serlo pues sigue basándose en los antiguos principios. De hecho, el sistema médico de argumentos y sostiene a este Estado fundamentalista.
Déjenme decirlo de una manera más corta, en una imagen. Tanto para el sistema médico como para el penal la mentira se inicia en el sistema universitario. La Universidad, que nosotros consideramos "el mejor de los mundos", se inicia con los sacerdotes y la teología. La Universidad se inicia con textos sagrados y también con los que sostenían las posiciones más altas dentro de los sacerdotes, quienes determinaban qué era una herejía y qué no lo era. Después las Universidades se diversificaron y uno vio surgir nuevas facultades, pero siempre que surgieron esas nuevas facultades las mismas tenían como condición que no negaran "la verdad" de las viejas. Esto se ve claramente en la Facultad de Derecho y su relación con la teología pero también en la Facultad de Medicina y su relación con la de Derecho.
Participante: Yo soy abogada y me dedico al Derecho Penal y creo que sí, estamos de acuerdo, cárceles no. Creo que son una inmensa jaula donde se encierran seres humanos en vez de encerrarse animales. A menudo nos conmueve mucho más ver a un animal encerrado que a un humano en esas jaulas, pero la pregunta es ¿para todo tipo de delitos podríamos pensar en medidas alternativas?. Creo que no hay respuesta unívoca pero le pregunto a señor Hulsman para conocer su opinión.
L.H.: Ahora hay muchas investigaciones en Europa en las que se ve que aquellos hechos penales "punibles" a aquellos hechos en los que un juez consideraría que se ha cometido una ofensa y por lo tanto existe un caso, casi nunca son penados, castigados efectivamente. Para ser más concretos, en Holanda nosotros tenemos un montón de datos al respecto. Un fiscal, no alguien crítico del sistema penal como yo, sino un fiscal que estaba muy involucrado con esta investigación dijo que menos del 3% de las formas habituales de delito son efectivamente castigadas. Yo creo, aunque esto no es importante, que en realidad es menos del 1%. Creo que lo que es cierto para Holanda, es cierto también para la mayor parte de los países que tiene sistema de justicia penal.
La razón principal por la cual estos hechos no terminan siendo castigados es porque las personas que se sienten víctimas de estos delitos no acuden a la policía. En algunos países, a veces, cuando acuden a la policía es para pedir que hagan algo distinto que no sea penar estos hechos. Porque si el hecho va a ser castigado, la víctima pierde toda influencia sobre el proceso que va a acontecer. Entonces, esto que llamamos condena nunca sirve directamente a la víctima, así que la gente le solicita a la policía que haga otras cosas. Nosotros tenemos que repensar completamente que es lo que quiere decir "alternativas" a la prisión. En principio, porque nosotros sabemos ahora que la prisión casi nunca es usada como una respuesta.
Así, si realmente se quiere hacer algo por la gente, por la seguridad, para que la gente sea menos lastimada por situaciones problemáticas y si se quiere promover una actividad restaurativa, lo que se debe hacer es mirar qué es lo que realmente sucede, en vez de hacer una aproximación especulativa. En los casos en que la gente se siente víctima y que realmente siente que ha sido victimizada, intenta manejar ese problema y resolverlo de alguna manera. Algunas veces recurre a profesionales y otras trata de resolverlo con personas allegadas a ellos, por fuera del mundo profesional. Cuando recurre a profesionales lo hace a profesionales de todo tipo: trabajadores sociales, médicos, profesionales de la seguridad. Muchas veces, los profesionales a los que recurren son profesionales legales porque varios de los conflictos que afrontan pueden litigarse en la justicia civil y de hecho se hace.
Cuando los hechos no son construidos en el lenguaje medieval sino que se los reconstruye de otra manera, no son categorizados dentro de la escala que tiene el sistema de justicia penal y no figuran dentro del discurso público. A mí me enoja bastante que sea así y me da hasta vergüenza porque pienso que la gente primero debiera unirse y hacer otra lectura de la realidad para ver lo que realmente sucede.
Participante: Me resultó muy interesante la relación pecado-delito y su cuantificación, pero me resultó muy conflictiva la relación con los derechos humanos porque la virtud, dentro de los derechos humanos es ser miembros de la especie humana es decir, ser naturaleza y el pecado es la diferencia. El concepto de derechos humanos supone un individuo racional, autónomo, sin sexo, sin cuerpo, sin edad. Los códigos penales, son más sutiles. En el caso del aborto por ejemplo, la penalización por aborto no es la misma que la del homicidio, de manera que recoge la cuantificación que vos mencionabas. Sin embargo, desde lo ideológico, cuando se habla de asesinato recoge el discurso de los derechos humanos. ¿Cómo apelar a un discurso de la no diferencia para defender la diferencia, si derechos humanos tenemos todos por el mismo hecho de haber nacido humanos?.
L.H.: Yo creo que los derechos humanos no dan contenido de libertad, sino espacio para desenvolverse de diferentes maneras. Los derechos humanos no te dicen lo que tenés que hacer sino que crean espacio para hacer muchas cosas y dicen que los estados y las autoridades no tienen que intervenir en este espacio de libertad. Es la primera formulación de derechos humanos; existe una segunda que dice qué es lo que el Estado debe sostener pero yo me voy a centrar en la primera.
Yo no creo que sea contradictorio que los derechos humanos por un lado defiendan un espacio de libertad y le digan al Estado que no puede intervenir y por el otro, se use ese espacio para defender la diversidad. Los textos legales no son textos que tengan un discurso acabado sino que son respuestas parciales a situaciones prácticas, concretas si se quiere. Es distinto a lo que sucede con la filosofía. Siempre es una respuesta parcial, la respuesta legal.