A continuación el Comunicado de Prensa:
“El sistema interamericano de derechos humanos tiene un valor extraordinario, porque a los ciudadanos de cualquier país les resulta muy difícil –incluso a muchos organismos del Estado- proceder a la defensa efectiva cuando son violados sus derechos”, afirmó hoy el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, al recibir, junto a todos los integrantes del Alto Tribunal, a una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el marco de la conmemoración del 30º aniversario de la visita al país de ese organismo, cuyo accionar contribuyó a divulgar a nivel nacional e internacional los delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983.
Lorenzetti fue acompañado en la oportunidad por la vicepresidenta del Tribunal, Elena Highton de Nolasco, y los ministros Carlos Fayt, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay. La comitiva de la CIDH estuvo integrada por su presidenta, Luz Patricia Mejía, (Venezuela), y los comisionados Paolo Carozza (EE.UU.), Felipe González (Chile), Clare Kamau Roberts (Antigua y Barbuda), Sergio Pinheiro (Brasil), Florentín Meléndez (El Salvador), Victor Abramovich (Argentina) y otros funcionarios de la Secretaría Ejecutiva del organismo.
Durante el encuentro, el presidente de la Corte puso de relieve que en el país “los tres poderes del Estado han tenido una política clara y coincidente en materia de derechos humanos” y agregó que se apuntó a “buscar la mejor voluntad y la mejor doctrina para la efectividad de esos derechos” y a “desmontar las trabas que se habían construido con anterioridad”.
“Hay varias enseñanzas que podemos destacar junto a la Comisión de todo este proceso que se abrió, pero la central es que siempre hay un primer paso que hay que dar cuando los momentos son difíciles y eso es lo que la sociedad argentina reconoce y valora respecto de la CIDH”, resaltó.
Lorenzetti relató a los visitantes los esfuerzos de la Corte para lograr la solución de aspectos organizativos vitales para la realización de los juicios por delitos de lesa humanidad y precisó que en la actualidad existen 72 procesos en marcha en distintas jurisdicciones, varios de ellos con juicio oral iniciado y otros con sentencias.
El ministro Petracchi hizo referencia a los derechos indemnizatorios concedidos a los exiliados durante la última dictadura y, en un sentido más amplio respecto de los derechos humanos, hizo hincapié en “la fuerte preocupación de la Corte por dos males endémicos del mundo: la enfermedad y el hambre” y los fallos que emitió el Tribunal con el objetivo de solucionar conflictos de ese orden.
El juez Zaffaroni destacó además que “los procesos por violaciones a los derechos humanos se están realizando conforme al Código ordinario de procedimientos y a competencias ordinarias” y que los imputados por delitos de lesa humanidad “están siendo juzgados con las mismas garantías y las mismas leyes que cualquier ciudadano”.
Durante la reunión se habló además sobre los avances en materia de transparencia logrados por la Corte (publicación de declaraciones juradas, seguimiento de expedientes, difusión de fallos, etc.) y en particular sobre las audiencias públicas, que toman casos vinculados con derechos sociales (por ejemplo, desnutrición en el Chaco) y cuestiones ambientales (por ejemplo, contaminación del Riachuelo).
La ministra Highton de Nolasco aludió, por otra parte, a las “políticas activas en materia de acceso a justicia” instrumentadas por la Corte, que incluyen, entre otras medidas, la promoción de la resolución alternativa de disputas y otros modos de atención de conflictos y la creación de la Oficina de Violencia Doméstica.
Por la CIDH, su presidente, Luz Patricia Mejía, puso de relieve el carácter emotivo del encuentro, por cuanto “hace 30 años la visita a la Argentina impactó históricamente en la Comisión y generó además un hito en el sistema de derechos humanos, por todo lo que desarrolló a partir de la realidad que pudo constatar respecto de lo que estaba viviendo el pueblo argentino”.
“Estar aquí nos permite revisar los que hemos hecho, lo que vivimos, el impacto de lo que hemos venido haciendo y generar compromisos hacia el futuro”, señaló.
Mejía sostuvo que existe “un proceso de retroalimentación permanente entre los sistemas nacionales e internacionales” y explicó: “Los desafíos que generan los hechos sociales y culturales o la resolución alternativa de conflictos, también se generan en los sistemas internacionales y estos nos obligan no sólo a buscar nuestras propias soluciones, sino ver que opciones se generan en los sistemas nacionales”.
Informe de Prensa Nº 119 Buenos Aires, 9 de septiembre de 2009
FUENTE: Centro de Información Judicial