Lo hizo el Colegio de Abogados de Rosario. La entidad también reclamó una estructura burocrática más simple y más económica ante el colapso de los tribunales de esa ciudad, que en 2009 recibieron más de 200 mil causas. "De lo que se trata es dar un buen servicio de acceso a la Justicia para el que carece de recursos", sostuvo.
El Colegio de Abogados de Rosario reclamó una estructura burocrática más simple y más económica para que la mayor cantidad de gente posible pueda acceder a la Justicia lo que hoy ve imposibilitada por distintas razones.
La entidad apuntó que si bien existen servicios gratuitos de acceso a la Justicia, todos ellos son pagos ya que los solventa el Estado. De lo que se trata es dar un buen servicio de acceso a la justicia para el que carece de recursos, que el costo lo soporte el estado, pero a través de la estructura burocrática más simple y más económica, pues todos hemos comprobado las estrecheces presupuestarias, resaltó el Colegio.
Por eso propuso que los abogados que están desocupados sean organizados por los tres poderes del Estado para garantizar el acceso a la Justicia.
El Colegio salió a dar su punto de vista tras conocerse que en 2009 se radicaron 204 mil causas en los Tribunales de Rosario.
La entidad destacó la gratuidad de servicios de asistencia jurídica como la Unidad de Información de Víctimas y Denunciantes del Ministerio Público Fiscal, el Centro de Mediación Judicial, los Centros de Asistencia Judicial y otros procesos que llevan a cabo la Defensoría del Pueblo y los municipios, y el proyecto de ley para instaurar el Tribunal de Pequeñas Causas.
Sin embargo, aclaró que nada es gratis, todos los recursos provienen del presupuesto oficial de los distintos poderes. Además, sostuvo que vastos sectores de la comunidad no pueden acceder a la Justicia por diversas razones como la falta de recursos para movilizarse, barreras culturales, laberintos burocráticos, desconocimiento de sus derechos y de la forma de ejercitarlos, entre otras causas.
Es indudable, que en este tiempo en que se discute lo finito de los recursos versus egresos crecientes, no es momento de establecer estructuras burocráticas rígidas y por ende costosas, sino por el contrario, flexibles, de gran operatividad y con gran rotación de profesionales, señaló el Colegio.
El organismo propuso un viejo dicho popular para reencauzar el colapso: zapatero a tus zapatos. La entidad bregó por el trabajo de miles abogados que debidamente organizados con los tres poderes del Estado, están en condiciones operativas y técnicas.
Muchos de ellos están desocupados pero dispuestos al trabajo, solo necesitan organización, coordinación y la paga de un honorario mínimo, que tendrá en cuenta las posibilidades presupuestarias siempre insuficientes, explicó.
De esta forma erradicaremos una paradoja altamente inhumana: miles de personas no pueden acceder a la justicia y miles de abogados no pueden facilitar ese acceso, estando en condiciones de hacerlo, por la falta de una mínima coordinación, lo que constituye una deuda del estado de sencilla solución, concluyó.