La Justicia norteamericana rechazó la demanda de la familia Mario Puzo -autor de la obra El Padrino- contra Paramount Pictures por propiedad intelectual.
La jueza de Nueva York Alison Nathan favoreció con su sentencia al estudio cinematográfico, al que ha otorgado todos los derechos sobre la obra y los personajes de El Padrino.
La magistrada le quitó la razón a los herederos del autor que han dado, de manera ilegal, el visto bueno a varias precuelas de la obra en forma de libro, para tratar de hacerse con diversos honorarios.
El tribunal neoyorquino aceptó la teoría de la Paramount que argumentaba que Puzo firmó un contrato, en 1969, en el que vendió por u$s50.000 todos los poderes e intereses en derechos de autor de El Padrino, incluyendo los literarios, así como el posible uso de los personajes para futuros proyectos mediante obras derivadas.
Los herederos de Puzo aseguraban que aquel acuerdo no aludía a ninguna obra futura centrada en la familia Corleone.
"Aunque pueda parecer sorprendente, los herederos tenían todas las de perder en este proceso", explicó Pedro Letai, profesor de IE Law School.
"En este caso estamos hablando de los derechos de explotación y de las obras derivadas. Estos contratos se negocian y se deja acordar, a voluntad de las partes, los porcentajes que se percibirán en el futuro. Sea como sea, estos grandes estudios, como Paramount, gozan de 50 años para explotar esta obra y estos son ampliables se reedita con alguna novedad", añadió.
"Pero Puzo llegó a un muy mal acuerdo, porque cedió su obra para una adaptación cinematográfica, pero no habló de los personajes, su futura explotación y el merchandising asociado", remarcó el experto.
En Estados Unidos, la productora es la dueña y autora de la obra final, algo que no sucede en otros países, donde se protege más al autor original.