Los mandatarios de Brasil y de Francia llamaron a promover un orden mundial multipolar, más democrático, fundado en la solidaridad y en la justicia
Ayer, en el Palacio del Elíseo, en una conferencia conjunta, los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Francia, Nicolás Sarkozy, exigieron "un cambio del gobierno mundial".
Este pedido fue el pronunciamiento oral del mismo que se publicó en el diario Folha de Sao Paulo, firmado por ambos mandatarios, en el cual llamaron a otros líderes mundiales a forjar una "Alianza para el Cambio para promover un orden mundial multipolar, más democrático, fundado en la solidaridad y en la justicia".
Los presidentes reclaman la reforma de la ONU, la conclusión de la Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y dar "dimensión social" a la globalización.
En un tramo del pronunciamiento, Sarkozy y Lula pidieron la ampliación del poder de decisión global de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) otorguen mayor poder de decisión a las naciones subdesarrolladas.
"Ha llegado el momento de priorizar la dimensión social de la globalización. Los trabajadores que enfrentan en todo el mundo la tempestad económica mundial claman por más justicia y seguridad", explicaron.
También señalaron que "con la crisis, la amenaza del proteccionismo creció" y por eso sostuvieron que "la finalización de la Ronda de Doha de la OMC es una tarea urgente para llegar a un acuerdo ambicioso que beneficiará a los países más pobres".
"La estructura de paz y seguridad colectiva requiere de adaptaciones significativas. Una reforma amplia del Consejo de Seguridad (de Naciones Unidas) tiene que ser implementada para salvaguardar un orden internacional equilibrado e incluyente", dicen los presidentes.
En ese sentido, el texto apunta a Brasil y a India como piezas importantes para ingresar al Consejo de Seguridad "y una representación más justa de áfrica y de los grandes contribuyentes del sistema de la ONU, como Japón y Alemania".
El artículo refiere también a la cuestión ambiental y dice que "un acuerdo de largo plazo es necesario en Copenhague en diciembre próximo para que se alcance el objetivo común de evitar un cambio climático serio y limitar a dos grados Celsius el aumento de la temperatura global".
Finalmente, ayer en la conferencia, Sarkozy explicó: "Durante nuestra estadía en L'Aquila (donde se llevará a cabo la Cumbre del G-8), ensayaremos convencer a nuestros socios y amigos, y entre ellos al presidente Obama, de la necesidad de aprovechar la oportunidad de la crisis para hacer los cambios que se necesitan", publicó el diario Clarín.
Mientras Lula se codea con las altas esferas del poder mundial, haciendo de Brasil un pais progresista... Acaso eso no es ser "progre"? Todavia no entiendo cuando perdimos el rumbo